Mientras que el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en los servicios de salud es conocido como eHealth, el término mHealth se emplea para referirnos al uso específico de tecnologías y aplicaciones móviles en temas de salud.1
MHealth, entonces, se define como la prestación de información o asistencia sanitaria a través del uso de dispositivos móviles o tabletas; por lo tanto, es una de las grandes apuestas para pacientes, proveedores e inversores.2
Las apps relacionadas con la salud han incrementado drásticamente su presencia en el mercado y su uso, cada vez más frecuente, forma parte de la vida cotidiana. Se calcula que actualmente existen más de cuatro millones de aplicaciones disponibles en las plataformas Google Play y Apple AppStore, de las cuales, más de un millón están destinadas a la salud, estado físico, nutrición y bienestar general.3 Asimismo, recientemente la empresa Juniper Research afirmó que en 2018 existían alrededor de 96 millones de usuarios activos en este segmento.4
La realidad es que el uso de estas aplicaciones móviles podría dotar a la población de herramientas básicas de control, cuidado y prevención, y a su vez, desarrollar un aspecto preventivo de la salud en la sociedad, lo cual reduciría costos sanitarios. Otro elemento importante es el del empoderamiento;1 es decir, la capacidad de las personas para tomar decisiones y ejercer control sobre su vida personal, término que la OMS considera esencial en la promoción de la salud.2
Los beneficios de estas tecnologías incluyen también una mayor accesibilidad a los tratamientos y su continuidad, así como portabilidad, flexibilidad y, potencialmente, la mejora en la adherencia al tratamiento.1 Eso sin mencionar los cambios en los hábitos de vida del paciente, además de la transformación en las relaciones y procesos en el tratamiento, o las mejoras sustanciales en la monitorización y almacenamiento inteligente de los datos.2
En el ámbito de la salud mental, por ejemplo, la implementación del mHealth incluye la psicoeducación acerca de determinados trastornos o problemas, la promoción de técnicas o ejercicios en forma de autoayuda, o incluso la posibilidad de interactuar con profesionales de la salud mental en tiempo real.1
En el campo de la neurorrehabilitación, por su parte, se ha demostrado la fiabilidad y efectividad de algunas aplicaciones empleadas como ayuda en el tratamiento rehabilitador de ciertas patologías neurológicas, destacando aquellas centradas en hábitos saludables, el tratamiento del equilibrio, apps de evaluación y formas para establecer una comunicación en tiempo real entre el terapeuta y su paciente.2
No obstante, uno de los retos del mHealth es fundamentar sus intervenciones en la evidencia científica, circunstancia que de momento no parece predominar. Por ello, muchos organismos recomiendan valorar cómo y dónde pueden ser utilizadas las apps de salud y los requisitos que han de cumplir para garantizar la seguridad tanto del paciente como del profesional sanitario.3
En este contexto, Meulendijk et al. investigaron sobre los requisitos esenciales que debe cumplir una aplicación móvil médica desde el punto de vista de los pacientes, identificándose —tras entrevistas y evaluaciones de los participantes— nueve requisitos esenciales: accesibilidad, verificabilidad, portabilidad, privacidad, seguridad, protección, estabilidad, confiabilidad y facilidad de uso.2
Usos de aplicaciones móviles en oftalmología y optometría
En el caso de la optometría, la aplicación de TIC se enmarca en el campo de la teleoptometría, una rama de la telemedicina que se encarga del cuidado primario ocular y la detección de patologías y alteraciones visuales a través del uso de las telecomunicaciones.4
Estas herramientas son de gran ayuda para la prevención, promoción, diagnóstico y tratamiento de enfermedades oculares, al tiempo que facilitan el acceso a información clínica actualizada que los profesionales pueden consultar en cualquier momento.4
Por ejemplo, las aplicaciones Diabetic Retinopathy Predictor, MANAGER y Sistemas e-Health para el Tratamiento de Diabetes, tienen la finalidad de dar seguimiento, atención y cuidado primario de las patologías oculares relacionadas con enfermedades sistémicas.4
En la optometría, las apps Peek: Agudeza Visual (AV), SightSim, Eye Gaze Point Estimation System, Visual Fields Easy (VFE), The Handy Eye Check y SVOne se focalizan en la agudeza, la percepción y el campo visual. Algunas se utilizan para determinar el estado refractivo del paciente, así como para educar a los padres, maestros y niños sobre los defectos de refracción y la importancia de usar anteojos. Otras registran los movimientos oculares y estiman la región de mirada para entender la fijación del niño durante las tareas visuales.4
Por otro lado, las aplicaciones Peek Retina for Optic Disc Imaging, OphthalDSS, Ophthoselfie, Noninvasive Meibography Systems, Retinal Imaging with Smartphone y Video Pupillography Coupled evalúan mediante fotografías el segmento anterior y posterior del ojo. Con esto se busca que los pacientes puedan enviar y compartir imágenes que permiten a los médicos identificar las patologías oculares. Adicionalmente, estas apps sirven como una herramienta de apoyo diagnóstico para el seguimiento de la patología y recurrir a la información de manera práctica en cualquier momento.4
El éxito de estas aplicaciones móviles consiste en generar un abordaje promocional en actividades de autocuidado de salud visual desde la prevención, con tamizajes visuales, detección de alteraciones visuales y patologías oculares. Su propósito es que las tecnologías móviles puedan asistir en tiempo real, personalizando las opciones de atención médica y monitoreo en el progreso de la enfermedad, para expandir el conocimiento del paciente y apoyar la comunicación médico-paciente.4
No cabe duda de que la tecnología móvil puede suponer una importante innovación en la asistencia médica, ya que facilita una asistencia individualizada más allá de la consulta, acortando también el tiempo y las distancias. Además promueve estilos de vida más saludables, con una participación más activa del paciente en su autocuidado.3 Hoy en día, gracias al desarrollo de la tecnología, el sector sanitario tiene la posibilidad de transformarse para ofrecer servicios más individualizados, participativos y preventivos.2
- Celleri M, Garay CJ. Aplicaciones móviles para ansiedad: una revisión en Argentina. Rev Argent Cienc Comport [Internet]. 2021;13(1):17-24. [Consultado el 3 de noviembre de 2022] Disponible en: http://dx.doi.org/10.32348/1852.4206.v13.n1.23681
- Sánchez MT, Collado S, Martín P, Cano de la Cuerda R. Apps en neurorrehabilitación. Una revisión sistemática de aplicaciones móviles. Neurología [Internet]. 2018;33(5):313-326. [Consultado el 3 de noviembre de 2022] Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.nrl.2015.10.005
- Fernández A, Cuenca G, Salvador JA. Evaluación y acreditación de las aplicaciones móviles relacionadas con la salud. Rev Esp Salud Pública. 2020;94:e202008085. [Consultado el 3 de noviembre de 2022]
- Macana TA, Quintero M, Acuña J, Jiménez W. Aplicaciones móviles de salud con respaldo en publicaciones científicas, para la mejora en el ejercicio de la optometría y la oftalmología. Cienc tecnol para salud vis ocul [Internet]. 2020;17(2):51-63. [Consultado el 3 de noviembre de 2022] Disponible en: http://dx.doi.org/10.19052/sv.vol17.iss2.6