La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno con una prevalencia creciente en todo el mundo y es el segundo trastorno neurodegenerativo más común, superado solo por la enfermedad de Alzheimer1. El manejo sigue siendo complejo durante el curso de la EP debido a su naturaleza progresiva, la heterogeneidad individual del paciente y la amplia gama de signos, síntomas y funciones diarias cada vez más afectadas. Los últimos 10 a 15 años han sido testigos de un gran progreso en la identificación, evaluación y manejo de la enfermedad, particularmente en las etapas avanzadas de la enfermedad2.
El tratamiento de la EP tiene como objetivo principal mejorar la función motora, sin embargo, a menudo se complica por problemas adicionales como complicaciones relacionadas con el tratamiento, caídas, depresión y demencia, que pueden tener un impacto mucho mayor en la calidad de vida de los pacientes que las propias características de la EP. Varios estudios apoyan la introducción temprana del tratamiento antiparkinsoniano tan pronto como se confirme el diagnóstico. Levodopa oral, la terapia de referencia inicial para la EP, sigue siendo la opción terapéutica más eficaz y más utilizada en el tratamiento de este trastorno neurodegenerativo. A medida que avanza la enfermedad, el manejo exitoso requiere cada vez más la adición de más medicamentos antiparkinsonianos, así como mayores dosis y mayor frecuencia de ingesta3.
En pacientes a quienes se les ha administrado todo tipo de farmacoterapia oral convencional y no es posible optimizarla más, se debe considerar las terapias quirúrgicas, siendo una de las principales, la estimulación cerebral profunda, un procedimiento neuroquirúrgico funcional que puede utilizarse para tratar las fluctuaciones motoras, la discinesia y el temblor; mejorando la calidad de vida en los pacientes con EP4.
Una comunicación buena y oportuna, la participación de un equipo multidisciplinario y la elección de la terapia más apropiada, deberán ser los pilares en el manejo de los pacientes con EP.
1. E. R. Dorsey, R. Constantinescu, J. P. Thompson et al., “Projected number of people with Parkinson disease in the most populous nations, 2005 through 2030,” Neurology, vol. 68, no. 5, pp. 384–386, 2007.
2. M. S. Okun, “Management of Parkinson disease in 2017,” JAMA, vol. 318, no. 9, pp. 791-792, 2017.
3. M. Lohle, C.-J. Ramberg, H. Reichmann, and ¨ A. H. V. Schapira, “Early versus delayed initiation of pharmacotherapy in Parkinson’s disease,” Drugs, vol. 74, no. 6, pp. 645–657, 2014.
4. G. Deuschl, C. Schade-Brittinger, P. Krack et al., “A randomized trial of deep-brain stimulation for Parkinson’s disease,” New England Journal of Medicine, vol. 355, no. 9, pp. 896–908, 2006.